lunes, 4 de febrero de 2008

....y la etimología?

Es común, aunque no necesario, que el abordaje serio de un tema sea iniciado por la revisión etimológica de la palabra que lo define. Para nuestros propósitos, dicha tarea es algo tautológica, es decir, autocuidado, palabra compuesta de los vocablos auto y cuidado, que novedad no?. La verdad, a esta altura........... ninguna. Ahora, si nos adentramos en dichos vocablos por separado, quizá avancemos algunos milimetros. El "auto" es claro en referirse a la conciencia de yo, al sí-mismo, al awarness, o sea a todo concepto que refiera a la capacidad de darnos cuenta que existimos. Si compartimos esa capacidad con otras especies, será tema de otra conversación, o sea resolver el si la mosca que evita el matamosca, con la habilidad que suelen hacerlo, se está autocuidando, lo dejaremos para otro nivel de análisis. Bueno, eso podríamos decir del auto, entre muchas otras cosas. Ahora del cuidado, el latin nos aporta vocablos tales como cura y curare, que si bien indican ámbitos religiosos y hasta venenosos, (material para Lacanianos) en su origen apuntan a lo que ya venimos señalando, o al menos intuyendo fuertemente........cuidar. Hemos avanzado algunos milímetros, sin duda. Ya estamos en condiciones de señalar que el autocuidado es................................................ no es cierto?. Así es el mundo de las tautologías.

No es novedad para nadie, que estamos "donde mismo" cierto?. Que no hay ninguna novedad en lo señalado, que esto aporta lo mínimo en lo que puede llegar a ser el complejo proceso de cuidarse en el contexto laboral. En fin....que decir, la etimología al parecer no es el marco de referencia más nutritivo en este tema, para nada, .........y claro nunca fue su pretensión. Así que le damos las gracias, por darnos los que está a su alcance, y nos damos a la fuga buscando otros terrenos mas afines. Hasta pronto.